Escribir en toque de queda

Escribir para los otros, porque tú ya te lo has dicho todo, porque te conoces hasta el tuétano y tu mente ya no guarda sorpresas para ti. Así que mejor prefieres escribir para los otros; escribir historias que no existen, que no son verdaderas; porque esta manía la tienes desde que recuerdas, quizás desde el jardín de niños, donde tú eras un semi adulto, porque ya comprendías porque las hormigas caminaban en hilerita y porque a la luna le faltaba un pedazo cada unos cuantos días.

Pero no fuiste un astrónomo ni un piloto de jets como fueron tus sueños, sino un cuentista, un escritor de historias que parecen reales, porque te empeñas en explicar hasta el mínimo detalle como si lo estuvieras viendo, como si existiera.

Te has dicho que hoy más que nunca el mundo necesita ilusiones, y que nada te cuesta contribuir con algunas, porque te das cuenta que esta pandemia ha cerrado calles, puertas y ventanas y ha hecho más solitarios a los solitarios y más infelices a los poco felices.

Escribes para imaginar que el mundo sigue igual o mejor que antes, que los abrazos y los besos están permitidos, que se vale bailar entrepiernado, porque el vals quedó en la prehistoria. Escribes para que quede claro que las carcajadas expresan lo felices que somos, y que si no es posible hacerlo en multitud, es sano irte a un lugar deshabitado para gritar, carcajearte, reír o llorar a gritos, porque nadie puede acumular tantas ganas de felicidad que aprietan tu cuerpo.

Escribes para decirle al mundo que escribir alimenta al alma y que la poesía se lee al derecho y al revés, y que cada vez tiene un significado diferente. Que si no lo creen que lean estas pocas que escribiste para que los que están recluidos se olviden de sus carceleros, porque hace unos días se instruyó un toque de queda allá en Colombia, para evitar, de manera estúpida, los contagios de la Ola n-1 del susodicho virus.

Por fortuna en tu país, no hay tal toque de corneta, y la gente ya se ha apoderado de las calles, de los mercados sobre ruedas y de los centros comerciales.

Ojalá la ola renovada no nos llegue y nos aplaque, porque entonces tendrás que escribir un S.O.S. desesperado.

…. ∞∞... ɷɷɷ …ϰ….ɷɷɷ... ∞∞ ….

     Suma y resta

Porque al fin de cuentas

no nos debemos nada.

Yo fui uno de los muchos

que te dolieron poco.

Y tú fuiste una de las pocas

que me dolieron mucho.

 

Y así en nuestras

sumas algebraicas,

en general los dos,

salimos perdiendo.

 

La diferencia fue

que de los muchos…

Yo fui el que menos

te dolió.

 

Y entre las pocas…

Tú fuiste la que me dolió

 

Más.

 

 

     Resta y Suma

Porque al fin de cuentas

no nos debemos nada.

Yo fui una de las muchas

que te dolieron poco.

Y tú fuiste uno de los pocos

que me dolieron mucho.

 

Y así en nuestras

sumas algebraicas,

en general los dos,

salimos perdiendo.

 

La diferencia fue

que de las muchas…

Yo fui, la que menos

te dolió.

 

Y entre los pocos…

Tú fuiste el que me dolió

 

Más.

 

 

Prescription

The Doctor said

Drink two shots of tequila

Every day

Do it in the morning.

Do it two hours before you go to bed.

 

In a couple of months

You will be sane

You will be happier

And you will be you

Again.

 

 

He Venido

He venido a despedirme

De tu día a día

De tu mañana

Y de tu siempre

 

He venido

Sin decir palabra

Sin traer ramos de flores

O promesas que no se cumplan

 

He llegado despacito

A tu umbral

A tu ventana

A tu calle

 

Tan sólo

Para verte pasar

Para vislumbrar tu silueta

Para adivinar tu sombra

 

Me voy a tierras lejanas

A la Isla del Hombre Solo

Al Valle de la Añoranza

Al Pueblo de la Indiferencia

 

Me voy bien y pronto

En el Tren de los Recuerdos

En la Nave del Olvido

 

 

En tus ojos

Hay una cierta

tristeza en tus ojos,

que no es melancolía,

ni tampoco nostalgia.

 

Quieren aparentar calma,

una paz que no tienen.

Me miran de frente,

luego apenas de reojo.

Me quieren decir palabras

que los labios revuelven.

 

 

Tus Labios

Encontrar la dulzura

En unos labios rojos

Que con cien besos

Se despintan

 

 

 No Es Soledad

No es soledad

Lo que yo tengo

Solo son estas ganas

De estar solo conmigo

De estar para platicarme

A mí mismo

cómo me ha ido

o para perder el tiempo

en ideas o en tareas banales

para ponerme literato

y hundirme en las páginas

de un buen libro

con un coñac en las rocas

Para reírme a mis anchas

De una película tonta.

 

No, no es soledad

Lo que yo tengo.

Sólo son estas ganas

De estar solo conmigo.

 

Estar solito y a solas

O entre medio de una multitud

Pero siempre conmigo

 

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