Cambio de Ritmo y de Rumbo

 Porque escribir es tu nuevo oficio, ese que elegiste desde niño; pero que no podías ejercer de tiempo completo, sólo a ratos o cuando te encontrabas en el “mood” de escribano, cuando no había pendientes urgentes de la profesión que con ahínco y cariño hiciste por muchos años.

Pero va. Ahora sí eres escritor de tiempo sin reloj y sin entregas obligadas. Tenías que hacerlo ahora que no eres joven ni maduro; sino experimentado, viajado y usado. Ahora que te decidiste a dejar todo y empezar como si tomaras una nueva chamba, como si te presentaras a “laborar” una mañana nuevecita, sin horario y sin patrón; pero con la consigna, con el gusto de sentarte muchas horas frente a tu cuaderno de hojas sepias o al teclado de tu laptop y tomar tu plumón, ese que te gusta, o tus dedos que han viajado a todos los lugares donde has ido y donde has amado, para escribir suavecito pero sentido; a sabiendas que este oficio no es fácil, porque de aquí has de vivir los años que te quedan.

Así que lo que escribas ha de ser bueno, para que alguien encuentre emociones en tus letras, para que en ellas se vea, o imagine lo que no ha vivido; porque para eso tú te atreviste a experimentar de todo, y en tus textos lo confiesas, sin que los demás sepan a ciencia cierta que has pecado con todas, pero todas las letras.

¡Ah! Pero también has sido un santo, un San Martín, que a todo le dijo “Hermanas hormigas, hermanos gusanos, hermano árbol, hermanas piedras” Y qué no hiciste con quien se cruzó entre tus pasos... Porque dar cariño y comprensión cuando recibes amor y ternura, no tiene mérito; pero darlos cuando recibes ofensas, no cualquiera puede.

Y todo ese amor, esa pasión, o ese rencor, toda esa rabia, es mejor dejarlos en palabras de esos personajes que a partir de hoy se asomarán entre las hojas sepias, para gritarte o susurrarte un texto maravilloso, casi divino, o un poema que haga temblar a quien lo lea.

 

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      Si yo...

Si yo te amara menos

Y tú me amaras mucho más...

El mundo sería perfecto.

 

Entonces, Dios existiría.

Así como existimos

Tú y yo.

 

 

 

  Pretendes ser...

Pretendes ser

La Puta del Poeta

Sin ser puta y sin comprender

al poeta.

 

¡Vamos! Yo no te dije

Que sería simplemente fácil,

pues toda entrega no admite

Dudas ni desconfianzas.

 

No te quejes, te comprendo.

Porque no hay trueque más disparejo.

Donde tú pones voluntad y cuerpo

Y a cambio sólo recibes

Letras...

 

 

  Reboto en tu cadera

Reboto en tu cadera

Para volver a entrar en ti.

Es en tu vientre

donde se amortiguan mis fuerzas

donde mis deseos se calman.

 

Ahora entiendo

Que el amor cristaliza en la intimidad.

Ahí es donde tú eres tú

Y donde yo sólo soy

Una pequeña parte

de ti.

 

 

En medio de mi tristeza

En medio de mi tristeza

Siempre estás tú.

Ahí te miro

Y ahí te encuentro

 

Yo te amo

Aunque tú, eso...

 

No lo entiendas.