Pero no he hecho, más, que escribir...
A ti que me lees, te agradezco tus
ojos, tus momentos de lucidez. Si te he hecho viajar, imaginar, olvidar tus pesares,
salir de tu propio yo, conocerte y conocerme mejor; junto en mi pecho las
palmas de mis manos y con una ligera reverencia y oración agradezco esos
minutos que has gastado en mis letras y en mi pensar.
Escribiendo atravieso estas paredes
de mi cuarto y la ventana que queda frente a mí y viajo lejos, muy lejos, para
llegar hasta ti.
No te conozco y tú tan sólo sabes un
poco de mí; pero sé que estás ahí, que si me lees, algo, algo ,algo de lo que
digo, de lo que escribo, resuena y hace eco en ti.
Sé que estas letras trascienden
distancias, lenguas, idiomas, culturas, condiciones sociales, tipos y formas
del cabellos, colores de piel; también brincan ciudades y pueblos, ríos y
mares, desiertos, selvas y sabanas, para llegar adonde tú estás.
Hoy no me queda más que agradecer,
porque he robado unos segundos, unos minutos de tu tiempo; porque me has cedido
unos cuantos clics para dedicarlos a mí.
Ahora ve y haz lo que te plazca,
pues para ser feliz el tiempo es necesario y no se debe... malgastar.
∞∞∞∞…. ɷɷɷɷ …. ϰϰϰϰ …. ɷɷɷɷ…. ∞∞∞∞
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