Si me preguntas... ¿Qué es la depre?
Yo te diría que no tienes nada de
qué preocuparte, porque es un estado “Nice”, donde todas las cosas
embonan, donde los tornillos sueltos encuentran su tuerca, se ajustan y se
aprietan.
Que la depre es donde las tormentas
de rayos, relámpagos y truenos, de lluvia que cae a cántaros, se apaciguan; y
las olas crespas de un mar embravecido hallan su calma.
Que la depre es tan necesaria como
el Alka-Seltzer lo es para el dolor de cabeza; porque el alma también se cansa
de tanto pinche ajetreo y jalones que trae el día a día, y entonces levanta su
bandera blanca y pide un momento, un ratito de tregua.
Que una depre te limpia de tantas
$#/&%# obscenas; obscenas en el sentido que ensucian y revuelven tu mente;
que viene y las apacigua y luego las borra y las tira, para que después de unos
días de acción purificadora (aunque a veces toma meses), inicies otra vez limpiecito,
con una memoria nueva.
Te diría que la depre es ese estado
de soledad y de silencio que buscaba tu cuerpo para sacudirte ansiedades y
ganas que te atormentaban y que no hallabas como saciar, porque eran unas
glotonas; que con ella los músculos se relajan, para que después de su efecto
sanador, inicies una vida llena de vigor, como atleta en espera que se declara
listo para los próximos olímpicos.
También te diría que no le tengas ni
temor ni miedo, porque aunque tú no lo sepas, por depres pequeñas y ligeras o
por profundas y avallasadoras, pasamos todos; y que algunos las disfrutan a lo
máximo y hasta cuando se calman, esperan con ansia a que reaparezcan.
Te diría que las padecen los
exitosos, los famosos, los amos de la farándula; que los más renombrados “Youtubers”
y los “Tiktok-eros” del momento han pasado o pasan por las depres más
cabron..., y que al publicarlas, al hacer gala de ellas, aumentan el número de
sus seguidores, en esa nube negro-gris de sujetos que tiene el mundo.
Que si no lo sabes, hasta los
personajes más populares, esos que llenan con sus fotos y anécdotas las
revistas de sociales y las páginas de chisme del internet o de los puestos de
periódicos, son clientes asiduos de sus depres, y que hasta les sirven para tener
nuevas ideas y ponerse el traje más estrafalario que diseñen o el bikini más
diminuto y atrevido o para hacer experimentos arriesgados con su cuerpo, para
meterse cuánto químico encuentren; con la aclaración de que a veces se les pasa
la mano, y con depre y todo dejan de estar en este mundo.
Y si aún no te queda claro que una
depre, por ligera y sana que parezca, no te hace daño; pues no hagas nada y
sigue ahí, disfrutando ese “Mood” que apapacha y adormece; hasta que te
des cuenta que vas cayendo en una locura suavecita que con el tiempo se tornará
psiquiátrica, y que la mente como el cuerpo, a veces no tiene reveses, y una
vez que se daña, algo torcido, oblicuo y oscuro queda dentro de ella. Y
entonces... ¿Qué crees? Ya no hay cura.
Pero no tienes nada de qué
preocuparte, porque pocos se darán cuenta que algo en ti ya no funciona, que
todo empezó por una pequeña depre que te llevó a una más grave. ¿Y qué importa?
Si al fin y al cabo este mundo cada vez pertenece más a los locos, y a los que
como yo, disfrutan, a todo lo que da, sus depres.
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