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UNLARGOCUENTOCORTO
Ese mismo día te conocí.
Te encontré sentada junto a la ventana, bajo esa luz permeable.
Levanté la falda a lo largo de tus piernas
y tu voz líquida dijo cosas que nunca escuché.
Acerqué mis labios a tus muslos,
y te besé por muchos,
pero muchos,
muchos años.
Alfonso Ochoa
CANTAR DE LOS CANTARES (Fragmentos)
¡Oh, si él me besara con los besos de su boca!
Tu amor es más fragante que el vino.
Más que el olor de tus suaves ungüentos.
Tu nombre es como ungüento derramado,
por eso las doncellas te aman.
¡Qué hermosa eres, amada mía. Qué hermosa!
Tus ojos entre tus guedejas como de paloma;
Tus cabellos como manada de cabras
bajando por las laderas de Galaad.
Tus dientes como manadas de ovejas trasquiladas
que suben del lavadero…
Tus labios como hilo de grana, y tu boca es hermosa.
Tus mejillas, como pedazos de granada detrás de tu velo.
Tu cuello, como la torre de David, edificada para armería.
Tus pechos como gemelos de gacela
que apacientan entre lirios.
Eres toda hermosa amada mía,
y no tienes ningún defecto.
¡Qué hermosos son tus pechos,
hermana, novia mía!
Tu amor es más fragante que el vino
y el aroma de tus ungüentos más
que todas las especies aromáticas.
¡Tus labios destilan dulzuras como miel, novia mía!
Miel y leche hay debajo de tu lengua.
El olor de tu vestido como el olor del Líbano.
Huerto cerrado eres, hermana mía, novia mía.
Fuente cerrada, fuente sellada.
¡Qué bellos son tus pies en las sandalias,
hija de príncipe!
Las curvas de tus caderas son como joyas
obra de las manos de un orfebre
Tu ombligo es un cántaro,
donde no falta el vino aromático.
Tu vientre , un haz de trigo, bordeado de lirios.
Tus dos pechos como gemelos de gacela.
Tu cuello, como torre de marfil.
Tus ojos como los estanques de Jesbón,
junto a la puerta mayor.
Tu nariz es como
que mira hacia Damasco.
¡Qué hermosa eres, qué encantadora,
mi amor y mi delicia!
Tu talle se parece a una palmera.
Tus pechos a sus racimos.
Yo dije: Déjenme subir a la palmera
y recogeré sus frutos.
¡Qué tus pechos sean como racimos de uva,
tu aliento como aroma de manzanas,
y tu paladar como vino delicioso
que corre suavemente hacia mis caricias
fluyendo entre mis labios y mis dientes!
Yo soy de mi amado
Y conmigo tiene su contentamiento.
ZOOFILIA
Yo debí recorrerte como araña
husmearte y lamerte como dingo
escudriñar tus cuevas como hormiga
y corretearte locamente como chango.
Tú debiste violarme como zorra
comerme y aullarme como hiena
aceptarme como cachorra primeriza
y copularme como viuda negra.
Pero nos quedamos mudos, medio tiesos,
repitiendo una y mil veces los dos clásicos,
aburriéndonos en el contacto de los sexos.
Porque ambos, le tuvimos miedo… a
la zoofilia.
AMARRE Y EXTREMOS
Tu nombre es como ungüento derramado
Cantar de los Cantares
Escribí en papel de cartucho tu nombre y tus apellidos
lo enrollé y lo amarré con pelos de mi pubis
luego lo molí y lo mezclé con mieles y sudores
no olvidé el bucle de café que dejaste en la taza
debí de haber agregado un poco de tu semen
de esas gotas que aparecen al otro día
en mis nalgas o en mis encías
Unté de toda esa crema a mis pezones y a mi clítoris
hice un pase de magia y recé toda la vida
Pero tú no has vuelto
y menos
tú en mí no te has derramado.
Zoé Valdés
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