La Fauna Humana



La fauna humana, como perros de todas las razas y sus mesclas intermedias —sin que suene a ofensa—, es versátil y variopinta.

A los especímenes que la integran los encuentras en todos tamaños, texturas y colores de cubierta. Unos son extremadamente chaparros y pocos demasiado altos que incomodan; los hay barbados, peludos, peludas, y lampiños; de pelo rubio, blanco, negro, castaño y de tonalidades gris que brillan; con abundancia o escasez de cuero cabelludo: quiero decir, pelones o con una mata de pelo incontrolable; para lo cual vienen en múltiples matices, los hay rizados, lacios, o de plano de pelo chino, impenetrable.

También los hallas con ojos, nariz y orejas prominentes o con miniaturas que igual perciben. Vienen en tallas Petite, o menos que eso, y hasta XXXL; que comparados unos con otros, te sorprendería que pertenecen a la misma especie.

Los encuentras musculosos, afibradas, o de plano cubiertos de capas de grasa que casi ruedan. Por lo que unos parecen Tarzán, y otros se asemejan a personajes de ciencia ficción o de telenovelas; pero eso sí, no hay una copia exactamente igual en otra parte del planeta; porque por muy iguales que parezcan, siempre, siempre, habrá diferencias.

Si quieres clasificarlos como guapos y feos, o como no muy bonitas o súper hermosas que intimidan, también puedes hacerlo; aunque la belleza es un parámetro que depende del par de ojos que los observen; por lo que, si a ti alguien te parece horrible que espanta, a alguien más puede parecerle singularmente hermoso.

Todos nacen iguales; quiero decir, de la misma forma. Para eso sí, todavía no se inventa una alternativa diferente. Y ahí es donde empiezan las diferencias. Primero puede que sean mínimas, después pueden ser enormes; de modo que pasados unos años ya no se reconocen unos de otros.

Lo que todavía a ellos no les queda claro, es que todos llegaron equipados con el mismo hardware, con el mismo equipo de cómputo y prácticamente con el mismo software (con contadísimas excepciones); por lo que en principio todos deberíamos ser iguales si de procesar datos, números o experiencias se trata; y para las tareas físicas habría diferencias, con ventajas marcadas para unos y para otros.

Lo que es bien cierto es que está en uno aprovechar el hardware y el software propio como mejor le plazca; o echarlos a perder y dejar que se oxiden.

Yo cuando en la fauna humana me adentro, por diversa o diferente a mí que ésta sea, me mimetizo y me vuelvo uno de ellos, porque no hay mejor filosofía para vivir la vida que ésta:

 

               When in Rome

              Do as the Romans do.

 

ɷɷɷ ….  ∞∞∞…. ɷɷɷɷ …. ϰϰϰϰ …. ɷɷɷɷ…. ∞∞∞ …. ɷɷɷ


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