Poemas de amor y de olvido

Nunca se sabe

Nunca se sabe qué piensa

El que de verdad ama

Te extraña?

Te sabe?

Te saborea?

Te recuerda?

Aun estando cerca de él

Nunca se sabe qué piensa

El que de verdad ama.

 

 

Tristes ojos

Tristes ojos de gato solitario

Me tienen anclado a la ventana

Desde que te fuiste.

 

Yo que por ti hubiera sido perro en brama

Para pelearte a mordiscos por las calles

Aunque saliera perdiendo.

Sólo soy eso que denotan mis ojos.

Un triste gato solitario.

 

 

Al final

Al final

Rompimos todo

Y aunque tratamos

De resarcir,

de enmendar,

de corregir.

Todo quedó

tirado en el olvido.

Y tú te volviste aquella

La de un día, antes,

de cuando…

Te conocí.

 

Y yo me volví aquel,

Aquel que nunca

En tu vida

se cruzó.

 

 

Una moneda

Aviento una moneda al aire

Si sale cara, gano.

Si sale cruz, pierdes.

Lo hago, pero tú...

No caes en el engaño.

 

Aunque sea cara o cruz

Yo, como otras tantas veces...

Pierdo.

 

 

De pronto...

De pronto del mundo se ha paralizado,

el viento dejó de soplar

y los autobuses se quedaron estáticos.

Yo en mi casa alcancé a sentarme en la mesa.

Ahí había un libro, por fortuna era grueso.

Me puse a leerlo para pasar el tiempo.

Transcurrieron algunos minutos,

que yo sentí como si hubieran sido años.

Entonces se oyó una sirena, luego los motores de los autos reanudaron su marcha y el bullicio de los negocios y de las personas que retomaron las calles se volvió a escuchar.

Yo me paré y me di cuenta que había terminado de leer el libro, no una, sino varias veces. Fui a la sala, luego a la cocina, y me metí en el baño.

Al mirarme en el espejo descubrí

que ya era muchos años, más viejo.

 

 

Si tú

Si tú fueras más simple

Yo sería menos complejo.

Disfrutaríamos del sol cada mañana

y de luna llena cuando la hubiera.

 

Un paseo por el parque tomados de la mano

con una charla cualquiera en un café de esquina

Sería todo lo necesario

Para disfrutar o limar divergencias

y para continuar felices

la vida entera.

 

 

Ni siquiera

Porque n siquiera

Has tenido la cortesía

De decir

No puedo o no quiero.

Y entonces qué caso tiene

Unir tu tiempo

con el mío.

 

Si el tiempo es lo que importa.

Lo que gasta la vida.

Y para hacerlo coincidir

Solo hace falta voluntad.

 

Y esa, tú no la tienes

O no la quieres buscar.

 

 

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