Encontrarás en mí...
Encontrarás en mí, alguien en quien puedas
confiar, a quien le puedas contar de la A a la Z tus desventuras y tus pesares.
Y lo sabrás porque estaré ahí por la mañana, luego por la tarde, y a la hora en
que te vayas a acostar.
Me verás cuando te levantes sin sorprenderte y sin
que te digas: ¿Y éste, qué hace aquí?
Porque si no es amor, es cariño; y el cariño no
necesita más que decir: Estoy aquí.
No hay feo ni mal hecho que no sea tolerable si
acompaña sus acciones con atención, con cuidado y cariño, sin estorbar y
ayudando a hacer... Y yo ni estoy terriblemente feo ni desastrosamente mal
hecho. Eso sí, no soy perfecto, pero puedo mejorar.
Soy el que aguanta, el que resiste, el que no se
cansa y el que espera su vaso de leche con pan. Y sé que con el tiempo, me lo vas
a dar. Y entonces con un espacio de tu sofá, de tu mesa y de cama será más que
suficiente para ver los días pasar.
Piénsalo... No hay vagabundo que no se regenere si
tiene un rincón para dormir, una cubeta de agua para asearse, una ropa limpia y
un... pedazo de pan.
Comentarios
Publicar un comentario