Este es sólo un Año Nuevo más

No me juzgues si no te deseo un feliz Año Nuevo, porque entonces sentiré que no has estado entendiendo el sentido de la vida. Si te lo digo... Entonces te estaré deseando que seas feliz y pleno un sólo día; y peor, quizás una sola noche. Y eso no es lo que yo quiero para ti.

Yo quiero que cada día te sientas Chingón o Cabrona, echada y echado pa delante. Sin depres profundas ni grandes altibajos (y si las hay, que pronto los puedas superar); porque se acabó la lana, porque te dejó el amigo, la amiga, el o la que más amas, porque el examen final de la carrera estuvo cañón y te distrajiste o estuviste super ocupada o entretenido con todas esas otras responsabilidades de la vida, porque estás enfermo y no ves mejora y por otras mil cosas más.

De modo que sólo quiero que trates de ser feliz cada día, sin que te importe que es lunes, el fin de quincena o de mes, ni que sea un día de febrero, o diciembre, o el día de tu cumple; y si no plenamente feliz, porque no es necesario, sí satisfecho y contento con los resultados al final del día, aunque no sean sonados ni excelentes, porque vivir es todo eso, donde un abrazo o una sonrisa borra todo lo malo que ocurra durante el día. Y si estás agradecido con la vida, si te gusta el aire que respiras o el suelo que pisas, y todo lo degustas con una buena charla con quien te quiere y estima, y si hay café, té, vino, pan y queso y un tarro de cerveza, o de agua... ¡Qué bien!

¡Ahhh! Pero lo que si te quiero desear es que tengas mucha buena salud. Pero te recuerdo que eso también se trabaja. ¿En el gym? Puede ser, pero también en salirte a caminar, en ir a nadar, en compartir buenos momentos con tus amigos y familiares, en reír y gozar, en comer sano, en no excederte, en saber brindar. Si eso lo cuidas y si cuando hay molestias persistentes, te atiendes, nos estaremos viendo y escuchando muchos, pero muchos años más.

Y yo estaré feliz, porque sabré que tú estarás feliz y que aunque no te vea ni te oiga o sin que te conozca, sabré que tú contribuyes a que el mundo sea un lugar donde vale la pena vivir...

Así que te deseo un buen día, como deseo que sea el día de mañana y el día en que regreses a trabajar, si es que no lo estás, y si este día trabajas como lo hacemos muchos más, también te deseo que sea un día bueno, que un día bueno, más un siguiente bueno, nos hace sonreír.

Ahí donde te encuentres... Hoy por la noche, y mañana también, date un respiro y medita. Piensa... ¿Lo he estado haciendo bien? ¿Lo puedo hacer mejor? Claro que sí. Pero sobre todo busca ser feliz, sin que suene forzado, haciendo felices a los demás.

Por todo eso, te quiero desear un feliz fin de año dos mil veintiséis.


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