He decidido dejar de escribir y volverme un youtuber famoso
Hoy, después de ver innumerables
youtubers que se han vuelto ricos y famosos, y con miles y miles de horas tras
de mí como escritor, he decidido cambiar de ruta.
Dejaré la escritura y me volveré un
youtuber. En relidad, a mí, no me importa ser rico; porque el
dinero no es necesario en mi vida. Ya viajé por años, estuve en más
que excelentes restaurantes y hoteles por todo el mundo. También he estado en
hoteles de playa, de menos de diez dólares, con no más que un catre, una sábana
y una ventana. Ya compartí mi vida con una dama por años y tuvimos tres hijos a
quienes educamos y crecimos con cariño, y después conocí a algunas damas y
traté de hacerlas felices, porque si uno está con una dama, si no es para eso,
entonces para qué tendría que ser.
Pero también en mi vida de niño, de
joven y de adulto he sido pobre, como tan pobre un pobre puede ser. Y he
dormido en estaciones de autoruta, he pedido prestado para ir a comprar víveres
al supermercado o para pagar deudas menores, y me he limitado en el que "qué es lo
que hoy voy a comer".
Además diré que tengo, si no excelente,
una buena educación, he pasado por universidades aquí en mi país y en el
extranjero, ya dí conferencias de mi especialidad, ya inventé una bicicleta, un
avión impulsado por la fuerza del hombre, ya publiqué dos libros que pude ver
en los estantes de las librerías más importantes, y tengo tres libros en espera
de aprobación por editoriales; hablo cinco idiomas, casi como si fuera nativo
de esos países, pero no tanto; ya viví por más de seis años en el extranjero y he viajado a
muchos lugares, quedándome días y hasta meses en varios países; ya logré una
cinta negra en un arte marcial que he practicado por más de cuarenta años, ya
corrí cinco maratones (los últimos tres los sufrí a más no poder), como he corrido pueblos,
veredas y ciudades, en infinidad de lugares, con un sol quemante o con un frío
de esos que calan de adeveras; ya cometí infinidad de errores, me he
emborrachado más veces que los dedos de mi mano, y ahora cometo más errores y
faltas que cuando era estudiante y estaba siempre ocupado.
No por todo lo que haya hecho he
cambiado mi forma de ser y de sentir, de manera que disfruto sentarme con un
vagabundo o con un "Ivrogne" en cualquier banqueta de la Guyana
Francesa, de la Ciudad de México o de París, en conversar con un intelectual de
esos que no salen de sus libros, o con un niñito de cinco o seis años.
Olvidé decir que desde hace años a
mi casa le hace falta una dama, por lo que las más de las horas vivo solo y que
ahora trabajo de lavaplatos, de hostess, de limpiamesas en el restaurante de mi
esposa con quien mantengo una relación cordial, y que esa chamba me hace feliz
por ratos, cuando atiendo a personajes que no son más que personas con un alma
que además de alimento necesitan de un buen trato, de una sonrisa, o de que les
levanten los platos de la mesa, sin inmiscuirse y sin interferir.
En fin, con ese background, me parece
que tengo algo que decir. Así que ahora lo diré de mil maneras en youtube.
Así que si no me ven por aquí, ahí
estaré.
Un abrazo, fuerte, fuerte, fuerte.
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