Ya no regreses mujer
Ya no regreses mujer
que ya empecé a odiarte
Tengo mil y un motivos
para hacerlo sin remordimientos.
Recordé las veces
que esperé impaciente tus mensajes
o una llamada por teléfono.
También, las otras en que dijiste
que vendrías a las cinco de la tarde
Y me dieron las diez y luego las once
y mis sábanas seguían frías como siempre.
También te pedí que regresaras
no una, no dos, sino varias veces.
Y siempre dijiste no, no y no.
Si ahora que lo has pensado bien
piensas que sí quieres verme
cruzar el umbral de tu puerta.
Ya es muy tarde.
Ya rehíce mi agenda
para los próximos años.
Y no te veo ni por aquí, ni por allá.
Lo siento, ya no estoy de oferta,
ni soy mercancía de saldos rezagados
o de artículos de segunda mano.
Ya te borré de mi vida,
Ya comencé a olvidarte.
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