Poemas para ti

No soy yo

No soy yo

Quien te mira

Y quien te desea.

 

No soy yo

Quien deja escapar un suspiro

Cuando desde lejos te oye.

 

No soy yo

Quien te extraña a la distancia

Cuando voluntariamente te alejas.

 

Es ese loco.

Ese loco que desvaría

Porque todos sus poros

 

Te recuerdan.

 

 

De castañuelas

De castañuelas están hechos los dedos

y las palmas de tus manos.

De castañuelas que resuenan cuando mi piel tocas.

 

Tú no lo sabes

Pero yo las oigo

Cuando las deslizas por mi pecho, por mis piernas,

por mi espalda.

 

Es una melodía apagada pero suave.

Que en mí resuena

Cuando mi piel tocas.

 

 

No estoy enamorado de ti

No estoy enamorado de ti

No es tu cuerpo ni tu cara

Ni la forma en que ríes o sonríes.

 

Tampoco son tus enojos

Ni la forma en que me amas.

 

Estoy enamorado de lo que hay dentro de ti.

De tus tristezas, de tus nostalgias, de tus melancolías

Y de las alegrías que en el momento más inesperado

Estallan y brotan de la nada.

 

No sé si eso habría que llamarle alma.

Yo no hallaría una palabra precisa para definirlo.

Pero por todo eso es que te amo.

 

Y sí...

También es por tu cara, por tu cuerpo

Por la forma en que sonríes.

 

 

Te recuerdo

Te recuerdo cuando te has ido

Justo en ese instante en que sales de mi cuarto

O cuando cierras la portezuela de mi auto.

 

Entonces siento una tranquilidad inmensa

Una paz que me invade

 

Y comienzo a extrañarte.

 

 

Te debería

Te debería amar menos

O te debería amar más...

Debería hacerlo cada día, cada instante.

O cada vez que fuera necesario,

Como quien toma una aspirina

Sólo cuando la cabeza le duele.

 

Debería amarte con un amor loco y desenfrenado

O con un amor laxo, suave

Que parece que no existe.

 

No lo sé.

Sólo sé que te amo

Con el único amor que por ti

Siento.

 

 

No quiero

No quiero

que aprendas mi nombre

cuando hacemos el amor.

 

No quiero

Que recuerdes las formas

Que contigo probé.

 

Porque un día te irás.

 

Entonces

No podrás pronunciar más mi nombre.

 

Si al caso, presumir

Lo que yo te enseñé...

 

 

Descubrimiento

El que no sabe perdonar

Es peor...

Que el que no sabe amar.

 

 

Gracias

Gracias

Por haberme enseñado

A odiar.

 

Fueron lecciones

Que no me cobraste

en el momento.

Pero los intereses

Me consumieron

Con el tiempo.

 

De algo servirán

Las lecciones aprendidas

Los errores cometidos.

Para ver si ahora

Aprendo a...

 

Perdonar.

 

 

El silencio

Me quedo en la casa

Descifrando los sonidos del silencio.

De ese silencio que queda

Cuando tú te has ido.

 

El silencio que dejaron los sonidos

cuando me preguntaste:

Dónde quedó la funda rosa de la almohada,

O si prefería café o te.

 

El silencio que quedó

Cuando no se oyen más tus pasos.

 

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