¡Caray! Otra vez es Navidad
Y yo todavía estoy
aquí, medio aburrido, medio pensativo, como queriendo salir.
Pero ahora sí, ahora
sí, me voy. Me voy a vivir un buen año, porque éste y el pasado fueron más o
menos igual. En uno, me lo pasé encerrado, y en éste, atemorizado; atemorizado
de lo que dijeron que ya viene, de lo que dicen que vendrá.
Así que en estos días que
restan de este año que se va y en todos los del que viene me olvidaré de miedos
y temores a lo que pueda venir o a lo que dicen que vendrá; porque más me muero
y me consumo por vivir así, que por salir y vivir; vivir valiéndome %&”+$#
lo que me pueda pasar.
Hoy voy a sacar mis
tenis nuevos, esos que se quedaron el año pasado sin estrenar; y me voy a ir a
recorrer viñedos y calles empedradas del viejo mundo, y campos y selvas de esos
países remotos llenos de islas, llenos de ríos, de mares, de bahías, de sabores
exóticos y de gentes que bien me pueden agradar.
Me voy lejos a caminar
desiertos, a trotar veredas, a mirar amaneceres, o deleitarme con las
estrellas, a admirar mujeres bellas, a trabajar de lo que sea, con tal de
ganarme un plato de sopa y un pedazo de pan.
Ya tengo listo un
cuaderno nuevo y cuatro lápices con goma para capturar todo lo maravilloso, lo
triste, lo melancólico, lo eufórico que vea, que sienta; aunque sea en un
idioma que no entienda, que las alegrías y las tristezas, como la sed y el
hambre, no conocen de razas, ni si tú eres de aquí o eres de allá.
Este año nuevo voy a
salir a ver el Mundo, y si por “ahí” se me acaba la cuenta de mi reloj de arena;
pues ¡Ni modo! Más me vale vivir uno, dos o tres años que valgan la pena, que
diez encerrado en una casa, en una cuadra, o en mi ciudad, por miedos y temores,
por angustias, por lo que dicen que viene, por lo que anuncian que vendrá.
Así que ahí nos vemos.
¡Ah! Pero por lo
mientras, déjame desearte un feliz y alegre Año Nuevo y una bonita Navidad.
Comentarios
Publicar un comentario