Ahora cuando todos duermen...

Ahora cuando todos duermen, yo voy a aprovechar para escribir un texto bien sacado de onda, bien loco.

Y no es por azar que se me vino a la cabeza. Tengo como antecedente un maltrecho árbol genealógico que incluye paranoicos, esquizofrénicos, locos culturales y bohemios que todavía deambulan por ahí como normales.

También he de decir que yo me he contenido y que en “sociedad” me comporto como el más fino caballero; pero llegando a mi depa, boto los zapatos, la corbata, el traje, y voy y me despeino; me pongo unos boxers con corazones rojos que brillan en lo oscuro, una camiseta agujereada, más un mandil de Popeye para hacer más placentero el trabajo de la casa.

Así que este texto insano refleja un poco de lo que soy allá “afuera”, un renombrado ingeniero que entiende bien las complicaciones del espacio, pero también retrata lo que soy en mi yo interno, lo que pasa dentro de mi cabeza, porque mis neuronas llegando al depa dan golpe de estado y se proclaman amas y señoras de todo lo que pienso y de todo lo que hago, y cuando se reordenan escribo historias increíblemente bellas y de mi lápiz salen poemas sencillos pero pegadores.

Por eso no crean que sólo escribo cuando estoy cuerdo. Sépanse que no, que en los momentos de locura es cuando más corre tinta por mis hojas sepias, pero al momento de ponerlas en mi blog, la mayor parte se va a la basura, por prosaicas, vulgares, o porque no dicen nada.

Pero ya no les quito el tiempo, que es lo único que vale en esta vida. Ni la salud ni el dinero cuentan. Sí, el tiempo es lo más preciado que existe y si no pregúntenle al que agoniza, al que está encarcelado, al niño que juega.

Pero ya no se los quito porque me ha llegado una idea maquiavélica que desde ayer estaba esperando. Mañana, si es lo suficientemente decente, la pondré en el blog para que ustedes se den cuenta que sólo escribo cuando una idea de esas viene y me agandalla.

                                 ♣∞∞φЖ φ∞∞

 

Temblando

Me fui temblando

Y pronunciando tu nombre

Silaba por silaba

Y luego letra por letra.

Hasta que llegué a mi casa.


Recuerdos tuyos, y míos

Me estaban esperando

Esos que se quedaron

Empapando sábanas

De aquella noche blanca.

 

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