Ahora cuando todos duermen...
Ahora cuando todos duermen, yo voy a aprovechar
para escribir un texto bien sacado de onda, bien loco.
Y no es por azar que se me vino a la cabeza. Tengo como antecedente un maltrecho árbol genealógico que incluye
paranoicos, esquizofrénicos, locos culturales y bohemios que todavía deambulan
por ahí como normales.
También he de decir que yo me he contenido y que en
“sociedad” me comporto como el más fino caballero; pero llegando a mi depa,
boto los zapatos, la corbata, el traje, y voy y me despeino; me pongo unos boxers
con corazones rojos que brillan en lo oscuro, una camiseta agujereada, más un
mandil de Popeye para hacer más placentero el trabajo de la casa.
Así que este texto insano refleja un poco de lo que
soy allá “afuera”, un renombrado ingeniero que entiende bien las complicaciones
del espacio, pero también retrata lo que soy en mi yo interno, lo que pasa dentro
de mi cabeza, porque mis neuronas llegando al depa dan golpe de estado y se proclaman
amas y señoras de todo lo que pienso y de todo lo que hago, y cuando se
reordenan escribo historias increíblemente bellas y de mi lápiz salen poemas
sencillos pero pegadores.
Por eso no crean que sólo escribo cuando estoy
cuerdo. Sépanse que no, que en los momentos de locura es cuando más corre tinta
por mis hojas sepias, pero al momento de ponerlas en mi blog, la mayor parte se
va a la basura, por prosaicas, vulgares, o porque no dicen nada.
Pero ya no les quito el tiempo, que es lo único que
vale en esta vida. Ni la salud ni el dinero cuentan. Sí, el tiempo es lo más preciado
que existe y si no pregúntenle al que agoniza, al que está encarcelado, al niño
que juega.
Pero ya no se los quito porque me ha llegado una
idea maquiavélica que desde ayer estaba esperando. Mañana, si es lo
suficientemente decente, la pondré en el blog para que ustedes se den cuenta
que sólo escribo cuando una idea de esas viene y me agandalla.
Temblando
Me fui temblando
Y pronunciando tu nombre
Silaba por silaba
Y luego letra por letra.
Hasta que llegué a mi casa.
Recuerdos tuyos, y míos
Me estaban esperando
Esos que se quedaron
Empapando sábanas
De aquella noche blanca.
Comentarios
Publicar un comentario