Poemas simples

Paseo

Doy un paseo por el infinito

Mientras me acuerdo a dónde dejé mi cuerpo.

 

No me hace falta, no lo necesito.

Sólo los sentimientos

Que se llevó consigo.

 

Espero

Espero dejar de esperar

Que tú me quieras

O que te olvide yo.

 

Pero ya he perdido

Toda esperanza.

 

Por eso

Me desespero en la espera

De cómo chingados poderte

Olvidar.

 

No Soy

No soy lo que tú piensas

Ni tampoco lo contrario.

Pues veinte años

No te fueron suficientes

Para conocerme.

 

Así que ahora

Al firmar este papel

Corroboras que no soy

Esa que tú piensas

Ni esa que pensaste

Que era yo.

  

Sálvame

Sálvame de la soledad.

De la soledad que duele y que lastima.

De la soledad sin nada.

Sin alguien que la acompañe.

De la soledad oscura y fría.

 

Por favor, ven y sálvame.

Sálvame, de esta soledad

Mía.

 

Supongamos

Supongamos que me viste llorar

Y creíste que fue por tu partida.

No aquella cuando cerraste la puerta.

Sino esa en que desmadraste todo.

 

Saliste de mi vida

como demonio de Tasmania.

No quedó nada en pie.

Ni mi carácter, ni mi espíritu,

Ni mi alma.

 

Pero finalmente te fuiste.

Y a mí no me queda más

Que reconstruirme. 

 

Un Pedazo

Un pedazo de tubo

Liso, fuerte y largo.

Es todo lo que requiero.

Para no caerme en el metro.

Para aferrarme a la vida.

 

Si al final

Si al final nadie te lee, no pasa nada. Las letras se hicieron para permanecer calladas. No tienen, ni tendrán esas libertades de las palabras que pueden vociferar o susurrar, gritar o incluso sollozar. Pero al mismo tiempo tienen esas cualidades y muchas otras más.

Las letras llenan los espacios que los silencios dejan y permanecen en papel o en las conciencias de quienes las leen.

Añoro

Añoro

Esa divina quietud del sexo,

cuando sexo no se quiere.

Porque tú y yo

Ya nos hemos saciado

Hasta el cansancio

 

De tú y yo.

 

Ya nos conocemos completos.

Por los lados,

Por arriba y por abajo,

Por fuera y por dentro.

 

La añoro cuando te veo.

Cuando mi mirada esquivas.

Cuando de la mano

Con otro...

 

Caminas.

 

He Inventado

He inventado un nuevo silencio

Un silencio que no se parece a nada.

Es húmedo y frío.

No le da la luz y lo tiene acorralado

El olvido.

 

En él me escondo.

En él mis pasos no hacen ruido.

 

Lloraré

Lloraré lágrimas de regocijo

Cuando tú penetres a mi cuerpo

Y yo no me oponga.

Cuando digas quiero

Cuando digas ahora.

Y con esa urgencia

Te desnudes lentamente

Y beses mi cuerpo

Como si te fuera

Desconocido.

 

In The Bed

En la esquina izquierda de mi cama

Se esconden mil placeres ocultos.

Vamos a descubrirlos juntos

La tarde de un sábado cualquiera.

 

Ya nadie

Ya nadie sabe nada

Los libros han cerrado sus páginas

A ignorantes flojos

Atrapados por siempre

En pantallas pequeñas y brillantes.

 

Ya no hay nada por hablar

Con quienes les faltan palabras.

 

Desdén

Hablas con otros

Para no verme

Y yo me hundo de pronto

En el olvido.

 

Ya no existo

Ya no soy lo que fui.

He desaparecido de tu horizonte.

Ahora sólo soy

Vaho transparente

Que se diluyó

En tu pasado.

 

Tengo algo que decirte

Tengo algo que decirte

Tengo algo que decirte.

Como yo te quiero

nadie podrá quererte jamás.

 

Tengo algo que decirte

Tengo algo que decirte

Algo inmediato

Algo urgente.

 

Como yo te amo.

Nadie podrá amarte

Jamás.

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