Carta a Karla IV
Amada Karla. Hoy escribo estas líneas para ti, sin que sean para ti, pues sé que no las vas a escuchar, porque me apenan y porque encierran una gran verdad.
No te imaginas lo feliz que me hizo tu regreso. Cierto, mil veces te llamé, te rogué y hasta me humillé para convencerte que tratáramos una vez más.
Me apresuré para que no
llegara otro a tu vida y tomara mi lugar; por eso también sufrí esos meses de tu ausencia... Porque yo todavía te amo… ¿Sabes?
Te amo como no he amado nunca antes. Parecerá exagerado, porque antes a muchas amé; pero este amor es diferente. Quizás esas experiencias fueron las
que me hicieron apreciar lo que es verdaderamente amar. Por eso fue que me dolió mucho
perderte y yo no te quería perder.
Contigo regresó a mí la luz y la felicidad, la calma y
la tranquilidad. Contigo vuelvo a ser todo un personaje y soy simplemente lo que soy.
Ahora sólo me toca cuidar de este amor y del que tú
sientas por mí. Mucho o poco, no importa, porque sé que sólo me quieres a mí y
que sabes que me tienes a mí.
No, no necesitas cambiar, ni modificar nada; así como eres, está bien. Y si cambias, yo te querré más o igual.
No sabes cuánto te agradezco que hayas cedido un poco,
perdonado u olvidado quizás; que hayas pensado… Está medio loco, tiene muchos defectos;
pero me quiere bien, y si le echa ganas, puede mejorar.
Así que aquí estoy, a tu disponibilidad; porque yo te
quiero hoy como te quise ayer, y de seguro como te querré mañana; ese mañana
que es el día siguiente, el que nunca llega y que nunca termina… como mi amor por ti.
Karla… Otra vez gracias... Gracias por regresar.
Comentarios
Publicar un comentario