Voy y regreso

En el dominio donde yo mando nadie tiene la voz más ronca Ahí me impongo valiéndome madres todo porque en ese reino he hecho de mi palabra Ley y de mis deseos órdenes que los demás sentidos acatan sin chistar y sin demora Tanto que cuando abro la boca dejo que los ojos vean pero no miren que los oídos oigan pero no escuchen que las manos toquen pero no sientan Y aun cuando musito palabras incomprensibles hago que todos los que me rodean se queden incólumes y nadie entienda lo qué está pasando o cuál es el significado Incluso yo tampoco pero no se lo digo a nadie porque a la misma vez que hablo escribo Escribo aquí dentro de mi cabeza en una Remington viejita de color verdecito y de teclas como moneditas deslavadas por el uso con un borde plata que hacen tickly tlack con el suave pulsar de cada una porque escribir duele duele bastante y gasta Repiquetea aquí dentro y no se acaba Así que en lugar de ir al loquero que vive en la esquina de mi cuadra después de casi cincuenta y tantos años de ejercer este oficio no sé si me convenga tomar un descanso simple y llano mientras dura este encierro involuntario y no salir  O si mejor me escapo por unos días quizás meses quizás años sin decirle a nadie qué rumbo llevo pues sería absurdo medir mis pasos por nuevas veredas con un mapa viejo o con una pila de hojas ajadas de un calendario que ya no es válido Sí viajar sin paradero ni destino para dejar que descanse mi pluma que eso no es lo que más me importa porque si no fuese la pluma sería el lápiz o la tiza o este teclado Pero si mi mano y mi cabeza que da vueltas y vueltas en ideas locas e incansables como tiovivo de barrio para ver si atrapa uno de esos chiquillos con ganas de montar los caballitos las jirafitas llenos de sueños pero sin ningún centavo

Mientras me decido de lo uno o lo otro como regalo de temporada como bonus de más de medio año me puse a recopilar algunos poemas de esos cortos que escribo de vez en cuando para decir no me extrañen pero tampoco me olviden que sólo voy a la tiendita de la esquina y regreso aunque con el temor que no me pase lo que a mi prima que fue a la recaudería y nunca más la vimos Ah con la consigna que no tengo tema que los repartan entre sus cuates entre sus seres más queridos en papelitos amarrados con un listón naranja o rosita con la limitante de que no lo pongan en correos de cadena no por favor que la poesía debe ir a donde resuene a donde sí haga falta donde se sienta donde arranque un suspiro un gemido o una lágrima

 

Un abrazo cálido como siempre

 

José F. Viveros

 

 

  Never Ending Love

Si pudiera negar

Que sí te extraño

Lo haría sin tocarme el corazón

 

La verdad es que me faltas

Como el aire y como el agua

Y cada día que sin verte pasa

Es una agonía que siempre empieza

Pero que nunca termina

 

Por fortuna no mata

¡Ah¡ Pero como lastima

 

 

      Ruptura

Un papel roto

ya nada significa

Quizás un Adiós

Un Ya no te quiero

Un Espero me olvides

 

Son sólo palabras

como corrientes locas

de un ventarrón

que vino y se llevó mi amor

muy

muy lejos

 

            Habría

Habría que amar a destiempo,

para no salir malherido.

 

Habría que querer con reservas,

para no añorar de más.

 

Habría que besar con moderación,

para no acostumbrarse a besar.

 

Habría que hacer el amor despacito,

para no desearlo hacer una vez más.

 

Habría que olvidar recordar

 

Para no comenzar a extrañar.

 

 

             Mañana

Mañana cuando sea otro día

me oirás con una voz

que no será la mía.

 

Me verás con unos ojos

que no serán los que yo tenía.

 

Y me extrañarás a la distancia

sabiendo que yo ya no soy tuyo,

pero pensando que tú...

 

Sigues siendo mía.

 

Ahora Que...

Ahora que no me he muerto

Yo me quiero despedir

 

Decirles que tanto los quise yo

Como los quise yo

Que los extrañaré

Allá donde yo esté

Cada día cada siglo

 

Cada año sideral


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