Yo soy yo

 Otra vez soy yo. El que habla despacio, el que ya no odia porque ya odió demasiado. Soy el lento y el que llega tarde. Soy ese que el fin de semana toma su pluma para ponerse con ella a descomponer el orden de las cosas y a componer el infinito. Soy el incrédulo de todo, el que ha olvidado su nombre y el que detesta las comparaciones. El simple, el que se espanta con las tragedias, el que ha tirado el periódico, pero que confía en lo que dice la gente y que no encuentra diferencias entre ellas. El que, por no pisar las hormigas, se tropieza y se va de bruces. El que se asombra con una palabra nueva y la atesora como si fuera una gema.

El que se maravilla con el extranjero cuando habla, como si de su boca salieran conjuros o canciones, y lo mismo hace con aquel del poblado de la sierra que habla una lengua suave, pero indistinguible.

Soy el que se da cuenta que el tiempo transcurre y que se acaba, y el que en vez de usarlo de manera sabia, lo tira. El que encuentra que las palabras también tienen voluntad y tienen conciencia, el que sabe que se escapan de los labios sin que te des cuenta y que dentro de la cabeza se revuelcan porque no saben estar quietas. Soy ese que escribe poemas porque son la llave, la clave, la puerta para abrir corazones rotos, tercos y adoloridos. Soy el que lee las líneas de los otros y con ellas se deleita; porque los entiende, porque sabe que sus palabras son sufridas, que nacieron de una pelea entre ellas.

Yo soy yo, el singular, el perfectible, el necio, el que como tú ha decidido vivir solo porque no sabe estar con la gente. Soy el que duda y el que extraña, el que no sabe sumar, al que se le han olvidado las restas. Soy el que se tira en la calle a observar las estrellas.

Soy el que fue a la escuela de la vida, pero que no acreditó ningún grado. El que olvidó lo aprendido y repitió errores hasta el cansancio, el que no aprendió en cabeza ajena, porque eso no cuenta, el que entiende que hay que caerse por su propia cuenta para que te duela; aunque eso no garantiza que no te vuelvas a caer y que aún más te duela.

Soy el que perdió toda esperanza, para ponerse a buscar otras. Soy el insatisfecho, el que fácil se cae y se extravía. Soy el que no ha ganado porque no se ha apuntado para participar en la batalla de lo que sea. Soy el que pide: “Por favor, déjenme solo, porque así estoy bien”. Soy el que se basta a sí mismo, para lo poco que necesita.

Soy el que comprende el orden del mundo, porque lo entendió desde el principio: Cómo se mueve, por qué gira, por qué en su giro nos lleva. Soy el que no le encuentra caso a divulgar los secretos que ha encontrado, porque cada quien debe entender cuál es su rol en este mundo, y vivir de acuerdo a él. Soy el que le vale el que cada quien decida tirar por el bordo su vida... Allá él. Porque el tiempo transcurre y no da garantías. Lo que tires... No se repone, y cada vez te quedará menos, menos.

Soy el que repasa cada tarde el mismo libro, ese que inicia:

Había una vez un loco que escribía poemas...

 

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  Lady in Red

Nunca me pareciste

Tan bella

Que cuando te vi

Pasar Tonight

 

Ese vestido rojo

Ceñido a tu cintura

Volando con tus pasos

Me hizo soñar.

 

Qué no habré vivido yo

Que todos los demás ignoran

Cuando te ven pasar.

 

Lady in Red

Bailas conmigo

Cuando bailas con otro

Y cuando lo abrazas

A mí, me abrazas.

 

Que nadie sepa

Todo lo que tú y yo sabemos.

 

Lady in Red

From the top of your hair

To the bottom of your shoes.

Lady in Red.

 

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En tus caricias

Era el lugar

Donde me gustaba estar

Donde me sentía bien.

 

Pero te fuiste

Y yo te comencé a extrañar

Porque contigo aprendí

Las sutilezas de

El arte de besar.

 

           Regálame

Regálame un amanecer contigo

y una tarde en la penumbra,

para que te cuente mi historia,

para que escuche la tuya.

 

Déjame amarte

sin que me ames

y déjame desnudarte

sin que me lo pidas.

 

Caminaré despacio, sin prisas,

de los labios de tu boca a

las pestañas de tus párpados.

Y mientras el minutero olvida

calentaré las esquinas

y los recovecos de tu cuerpo,

hasta que olvides mi nombre.

 

Al final me iré sin hacer ruido

y te dejaré dormida

para que al despertar pienses

que fue sólo un sueño erótico

De esos que a la realidad

se le parecen tanto.

  

Hay Veces

Hay veces

En que me faltas

Como el agua

Como el aire

 

Me haces falta

Como mi almohada

Como ver el mar

Como zambullirme en un río

Como subir a una montaña

 

En otras

No te extraño

Ni te requiero

Como un baño de agua fría

Como un helado de vainilla

Como un café cubano

 

Hay otras

En que me eres indiferente

Como un perro flaco que pasa

Como un trío destemplado

Como un anuncio de cinema

 

De todas...

Prefiero cuando me haces falta

  

     Lovely

Hoy te vi hermosa

Como una muñeca de porcelana china

Hablabas algo, algo que yo no escuchaba.

Absorto en lo suave de tus hombros,

en lo negro de tu pelo,

el tiempo se me hizo eterno.

 

Caí en un abismo.

El de los recuerdos.

 

Subí al cielo

y conocí El Paraíso.

Soñé que vi a un Angel

Hermoso, limpio, bello.

 

Desperté.

Me di cuenta

que el Edén no existe.

Está aquí

Junto a ti.

 

           Escribo

Escribo para no sentirme solo.

Como el que lee libros,

como el que lee revistas,

como el que ve la televisión.

 

Escribo para esconderme

en ese pequeño hueco que forman

mis ojos, mi lápiz y una hoja blanca.

 

Escribo para no estar solo,

para establecer contacto

Con el universo.

 

ɷɷɷɷ ….  ∞∞∞∞…. ɷɷɷɷ …. ϰϰϰϰ …. ɷɷɷɷ…. ∞∞∞∞ …. ɷɷɷɷ


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